lunes, 16 de enero de 2012

Tercera parte de mi historia con la Anorexia

Bueno, cuando empecé con la obsesión de adelgazar, estaba en los 62 kg, peso acorde con mi constitución y altura, no tenía sobrepeso ni me faltaba chicha; a los 2 meses de empezar con esta tontería llegué a los 55 kg, y aún me seguía viendo gorda, a pesar de no estar en los huesos el cerebro ya no me funcionaba como antes, y estudiar me costaba mucho más que antes, pero bueno, hincaba más los codos y suplía así lo comentado; terminé el curso en los 54 kg y pasó el verano; empiezo 2º de bachiller, seguía en mis 54 kg, feliz por haberme mantenido en el peso, y también feliz porque la gente me decía: cris, qué delgada sigues, te pasa algo, te pusiste a dieta...? en el fondo me encantaba que me dijesen que estaba delgada, pero interiormente, me miraba en ropa interior frente al espejo y decía: pero quién es esta gorda qué está ahí delante? pensé que ya había desaparecido... Empezó el curso, curso importante, porque quería entrar en Medicina en Santiago para no tener que irme lejos de casa, y estaba como loca por sacar muy buena nota, para recibir la beca y el premio extraordinario; aguanté bien los 3 primeros meses, engordé 1 kg o así, pero más o menos no varió en nada mi talla, pero llegaron las Navidades el dulce, el turrón (la perdición de cualquier anoréxica en resumen) y me sentí tan culpable, que en enero decidí dar un cambio radical a mi forma de alimentación: sólo hacía una comida al día, y contaba los gramos y calorías para no sobrepasar las 1000 calorías y si podía me iba a caminar 2 horas cada día, ya que correr me cansaba mucho al no tener energías; obtuve buenos resultados en el primer trimestre, pero en los exámenes del 2º trimestre ya empecé a pinchar, a bajar de los sobresalientes, a olvidarme de las cosas, de los deberes, de recados etc mi madre y mi familia ya no sabían que hacer conmigo, porque si decidían llevarme a un psiquiatra seguramente me internarían en un hospital o me darían medicación, y no querían porque me estaba jugando mi futuro, así intentaron hacérmelo ver para que recapacitase pero yo no quería verlo ni me importaba mi salud.

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